Para que me oigas



Escribir, escribirte... como pensar una y otra vez en ti mientras la noche me trae recuerdos del silencio en el que nos besamos, del instante en que tus manos volvían a mí y sostenían todo lo que soy contigo; recuerdos de todas las noches en que hemos sido un solo cuerpo, un solo suspiro, un espacio infranqueable que puede resguardarnos de los otros.

Escribir, escribirte... regresarte al espacio que ahora habitas, usurparte porque te traigo conmigo cada vez que puedo, te aparto de donde estás para tenerte mientras el deseo me habita; convertir en déjà vu las imágenes cuando te beso, cuando te abrazo, cuando pido al tiempo que nunca termine, que nunca te vayas.

Escribir, escribirte… para que no se disipe esta sensación de profunda ternura; para no perderme una y otra vez en mis letanías; para vivir una y otra vez contigo; para no aceptar toda mi fatalidad en una sola palabra, en un solo rezago de las cosas que tengo entre presencias.

Escribir, escribirte… un acervo de poemas, cientos de cartas perdidas, un raudal de canciones olvidadas; escribirte… eso es lo que quiero hacer, aunque mi amor por ti signifique más de lo que enuncian mis ingenuas palabras, sé que estás ahí para escribirte, para volver a ti siempre que pueda… porque no hay momento más eterno que el que habito cuando estoy contigo.




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