Lugares comunes

Alguien dice:

“Casa, pájaro, árbol, muerte,
Dios, vida, el agua que corre.”

Se le ocurre:

“Ojos marinos
brillan en esta noche

sin estrellas.”

Otro dice:

“Crepúsculo, soledad, dolor.
Vocablo, metáfora, silencio.”

Se empeña en acumular
los lugares comunes
en los apuntes,
bajo la tierra,
en la parte baja de la espalda.

Alguien sugiere:

“Sexo, piel, ternura,
olvido, labios, memoria.”

Se obliga a borrar el último renglón,
evita la caída. Da
tiempo al verso. Espera
cada grafema. Se queda en blanco.

Gran cliché.

Todos repiten:

“Sílaba, palabra, poema.
Sílaba, poema, palabra.
Patio, nubes, el agua agostada.”

Alguien corrige: encharcada.
El pánico al lugar común se riega,
manos húmedas,
el agua agostada, el lenguaje encharcado:

"Ojos marinos bajo el árbol de la muerte"