[11:33 PM, 12/31/2023] Katherine Parrado Morales:
Dios, te debo un poema,
Un
pensamiento que te haga reír súbitamente, sin descanso.
Una idea que
parezca mía pero repentina, en la que no tengas que navegar siendo Dios.
Te debo un
momento de silencio, un instante de ironía insondable
por todas
las veces que me has recogido como pedazos de barro rebelde que dejaste caer
deliberadamente.
Dios, te
debo un homenaje por la manera en que observas mi desidia, la abrazas, y tus
carcajadas parten mi ego.
Dios, te debo un café, una tarde de contemplar tus órdenes, de contarte cómo mi humanidad se burla de las apariencias de los caminantes que te ignoran.
Tú sabes lo
mucho que te ignoro.
Tú sabes que
cuando piso las calles quiero olvidarte y que todos me olviden.
Has visto
cómo logro lo segundo, Tú sabes que nunca lograré lo primero.
[11:48 PM, 12/31/2023] Katherine Parrado Morales:
Dios, te
debo un poema,
Un estado
de cosas que te demuestre que me canso de tu amor, porque quisiera uno más
humano, uno que nace de todos los hombres que me han abandonado. Entonces, creo que te hago sentir como yo: solitario, insípido, una mancha mohosa en
la esquina de mi habitación, un hueco hecho por las polillas en la blusa abandonada
en el cajón.
Dios, te
debo todas las premisas que se me ocurren cuando voy
en el bus.
Las señales
que completan esta impresión de hallarlo todo triste; desde sentarse detrás de
la ventana de emergencia y observar las ruinas de la ciudad, hasta anidar el
desastre de ser una millennial al borde de la renuncia.
[11:59 PM,
12/31/2023] Katherine Parrado Morales:
Dios, sé que te
debo mi impotencia, mi ignorancia, mis fatigas, mi odio a mi madre, mi amnesia
obligada hacia mi padre, mi envidia opulenta, te debo los días de vacaciones y el mísero sueldo de profesional colombiana.
Te
debo las tardes a las 3 en punto, porque sé que no hay coronillas que me salven de esta
caída en el mundo,
porque sé
que estás cruzando los dedos para que no me pierda,
porque ya
no sabes qué más hacer para que te vea y desista de otro que quiera
quererme.
Dios, te debo escuchar más Drexler y menos DelRey, hundirme en las letras que me
recuerden tu existencia. Te debo, también, controlar mi hipocresía y liberar mis
labios de obviedades.
[12:23 AM, 01/01/2024] Katherine Parrado Morales:
Dios, a ti te corresponde este único poema que te debía cuando me diste las palabras para esta miseria, por si en cualquier minuto del día abres el cielo y puedes leerme.
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