Tú que no puedes hacer dos cosas
simultáneas,
creo que me estás olvidando,
y te olvidas de mi beso de amante,
de estos labios que besaron tu
alma.
Señor de la amnesia recurrente,
tu simultaneidad acabada te pierde
en mi memoria,
y te recuerdo como amor
desesperado,
con herencias de soledad y días
enfermos de ti.
Yo que puedo amarte y sufrirte,
te espero en mis ansias de loca;
no ves diferencia entre ella y mi
sonrisa,
en tus noches gemidas que son solo
mías.
Y si no ves diferencia entre esa
voz fingida y mi cuerpo, amor
no te aflijas, ella también es como
yo,
también su olvido es mi hora de
angustia.
Formas de narrar la espera
Clara Sánchez Sala
2019
Café y tickets de espera
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