Mecanismos

Desear es un acto de necedad, el olvido de sí mismo, 

una decisión, un instante, 

el triunfo de lo reptiliano: 

Desear que te robe el corazón,

Desear que anhele tu proximidad,

Desear tu carne en sus manos.

Desear es coquetear con la autodestrucción, el engaño, pretender que ejerces tu libertad: 

Desear compasión,

Desear ser visto sin tu miseria,

Desear que las canciones no encarnen tu historia,

Desear la firmeza para decir no. 

Como él lo ha hecho: "si ocurre lo que no debe ocurrir, no existo". 

Desear con el ímpetu de su juventud de tres décadas. 

Un palacio inhabitable, 

Una almohada para ahogar los gemidos, 

Un gesto de sumisión y otro de soberbia que son uno solo. 

Un privilegio: "ser uno mismo". 

Cinco canciones que definen la distancia, el tiempo, el juego y la espera. 

Un encuentro reservado para el olvido. 

Desear la amnesia después de perderlo todo, 

o que el agua se lleve el deseo por el sifón. 

El duelo bajo la ducha helada.

Una falla en el mecanismo, explicaciones que sobran.

Desear no haber entrado, no haber tomado el taxi, no haber mendigado atención, no haber respondido el mensaje, no haber guardado su maleta, no haber sonreído, no haber reconocido su nombre, no haber cruzado palabra, no haber aprendido el listado de memoria, no haber estado. 

Una habitación para un cómodo que se burla de los riesgos. 

Una sábana sin mancha para evitar el pago extra.

Una madrugada para consentir el vacío que cada uno guarda. 

Desear que el cuerpo no comande, 

arrancarse el corazón para no humillarse, para salvarse del pacto,

para no morir cuando el error queda en tus manos, en sus labios, en la caja morada que exagera el tamaño de la píldora. 

Desear no haber deseado.